Los docentes desempeñan un papel muy relevante en la configuración de una convivencia pacífica y cohesionada socialmente, de una sociedad del conocimiento competente y democrática. Desde el punto de vista de la mejora de los niveles educativos del país, el prestigio del docente es una pieza clave para la calidad del sistema educativo. Además, en la lucha contra la exclusión social, los maestros constituyen un agente de cambio cualificado para romper el ciclo de pobreza de acuerdo con los Informes de UNICEF.
Sin embargo, las estadísticas sociales no apuntan a una situación cómoda para el ejercicio de la profesión. Por el contrario, indican una elevada presión social, un entorno de práctica profesional difícil y una cierta desafección por parte del alumnado y las familias. Algunos datos recientes apuntan en esta dirección:
La docencia tiene un elevado índice de “Burnout”: el 49% de profesorado se encuentra desmotivado y un 15% con miedo a entrar en el aula (CSIF, 2018).
El 90% de los profesores convive con situaciones de violencia en las aulas y el 75% de los docentes reconoce que tiene muy poca o ninguna autoridad (CSIF, 2018).
El número de casos de acoso y violencia hacia los profesores ha aumentado un 15 % por ciento en el último curso con respecto al anterior, especialmente desde el alumnado, cambiando la tendencia descendente de los tres años anteriores (ANPE, 2018).
Este proyecto, siendo una iniciativa modesta, pretende movilizar a la sociedad en el reconocimiento y respaldo del trabajo del profesorado en España. Queremos contribuir cambiar una tendencia con consecuencias negativas para las familias y el futuro de la sociedad.
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Entre todos podemos conseguir que cada 27 de noviembre pueda ser una gran fiesta de reconocimiento del profesorado que se extienda a todo el curso escolar.